
Al llegar al concierto, abre la escena un grupo para mi totalmente desconocido The Pussycat Dolls, con un espectáculo no apto para la audiencia infantil que sin duda estaba allí por la ex del Disney Channel. Este grupo de mujeres con cuerpos despampanantes pero sin voz fue el abre boca para que luego Christina apareciera en el escenario con su grupo de bailarines e hiciera subir la adrenalina en el lugar.
La puesta en escena tengo que reconocer que es de alto nivel, muy acorde a un café parisino de la época en que Toulouse-Lautrec se deleitaba dibujando a las mujeres en el Moulin Rouge. La voz de Christina es sin duda impresionante, bien sea en una balada ó interpretando Lady Marmalade. Los gritos de la gente eran insoportables pero como buenos ciudadanos del primer mundo, se comportaron ordenadamente a toda hora.
Creo que después de hacer esta pequeña reseña, cabe la pregunta –cómo si a ella le importara- de cual es mi impresión de Christina después de la noche de anoche? La respuesta es, respeto.
No comments:
Post a Comment