Estimado Gustavo.
Al momento de escribir estás líneas, me encuentro releyendo su biografía autorizada “Gustavo Cisneros, un empresario global” por Pablo Bachelet.
Decidí pasearme nuevamente por sus páginas buscando explicaciones a un silencio que no juzgo pero que tampoco entiendo, un silencio quizás tan estudiado como cada paso que al frente de todas sus empresas realiza a diario. Un silencio que muchos critican y pocos alaban.
Palabras como Valores, Libertad, Oportunidades, Democracia etc, se leen con frecuencia en las páginas del ya mencionado libro, palabras que en mi opinión en Venezuela pierden su significado y a una velocidad que provoca vértigo. La lucha de muchos es que estas palabras continúen en el verbo común del venezolano, que no sean referencia de lugares lejanos o pronunciables solo en la “libertad” que brinda el exilio.
Callar y mantenerse al margen en ocasiones, es cuestión de sabios. Por está misma razón al comienzo de estas breves líneas quise dejar en claro que no juzgo su silencio y solo espero ver que los valores repetidamente plasmados en su libro salgan a flote y prevalezcan ante cualquier otro interés.
Sin más que decir, se despide de usted.
Ronald Quintero.
Al momento de escribir estás líneas, me encuentro releyendo su biografía autorizada “Gustavo Cisneros, un empresario global” por Pablo Bachelet.
Decidí pasearme nuevamente por sus páginas buscando explicaciones a un silencio que no juzgo pero que tampoco entiendo, un silencio quizás tan estudiado como cada paso que al frente de todas sus empresas realiza a diario. Un silencio que muchos critican y pocos alaban.
Palabras como Valores, Libertad, Oportunidades, Democracia etc, se leen con frecuencia en las páginas del ya mencionado libro, palabras que en mi opinión en Venezuela pierden su significado y a una velocidad que provoca vértigo. La lucha de muchos es que estas palabras continúen en el verbo común del venezolano, que no sean referencia de lugares lejanos o pronunciables solo en la “libertad” que brinda el exilio.
Callar y mantenerse al margen en ocasiones, es cuestión de sabios. Por está misma razón al comienzo de estas breves líneas quise dejar en claro que no juzgo su silencio y solo espero ver que los valores repetidamente plasmados en su libro salgan a flote y prevalezcan ante cualquier otro interés.
Sin más que decir, se despide de usted.
Ronald Quintero.
1 comment:
Ronald, ese es un libro de encargo..nada de lo que lees y ves ahi es cierto.
Lo que has visto en la realidad es lo que puedes comprobar:money talks. No esperes nada honorable de este senor.
desde Edmonton
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