Las calles de Paris tienen colores distintos por estos días, el verde militar y el negro escopeta se hacen notar frente a museos, sitios históricos, cafés y restaurantes. Varias son las veces recientes que han desalojado la Tour Eiffel y cuando esta disponible para visitas, los agentes de seguridad no pasan desapercibidos.
Europa es el centro de las miradas, Londres y Munich son ciudades hermanadas bajo alerta roja pero los aviones y trenes continúan llegando. En esta última a los únicos que se les prohibió participar de la icónica fiesta de la cerveza llamada Oktoberfest que culmino ayer, fue al popular equipo de fútbol local Bayern Munich por sus pésimos resultados, pero los turistas hicieron caso omiso a las amenazas terroristas y jarra en mano disfrutaron la fiesta.
La Europa en alerta se me hace menos paranoica que Estados Unidos, no sé si es virtud ó defecto pero de algo estoy seguro, la vida sigue y hay que patear la calle igual que todos los días para llegar a la oficina, aunque esta vez se este un poco más alerta que de costumbre.
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