Domingo 12 del medio día, salimos al supermercado con el sabor en la boca de aquello que se extraña. Después de caminar todos los pasillos de la tienda terminamos comprando caraotas enlatadas y un queso feta que se asemeja un poco al queso blanco nuestro.
Llegamos a la casa donde ya nos esperaba un paquete de Harina P.A.N que conseguimos en una tienda local, y entre música de Huascar Barrada, Los Aquiles (Baéz y Machado), Ilan Chester etc, nos embarcamos en un viaje corto pero sabroso a la Venezuela que queremos. Una Venezuela que respete tanto minorías como mayorías, donde soñar sea posible y sobretodo libre, donde la política funcione en lugar de ser el tema diario de conversación desesperada.
A ese país volveremos hasta que se haga realidad, y hasta que el regreso sea un sello de entrada en el pasaporte sin necesidad del sello de salida.
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