Cosas que pasan

La vida es una aventura interesante, una novela que uno va escribiendo (me decían anoche) a veces con calma y otras veces con un ímpetu inexplicable. Anoche sentado en un bar de una calle solitaria en compañía de una vieja amiga, me di cuenta una vez más que todo tiene un por que, que todo se puede explicar con el paso del tiempo y que ese tiempo inexorablemente cura heridas.

El bar, la música sonaba a fondo……era una mezcla de jazz y blues bien interpretado con matices de Eric Clapton, ambos sentados en la barra sumergidos en una conversación que a ratos nos transportaba al pasado, nos reíamos y nos callábamos como asumiendo responsabilidades. Poco a poco el lugar se fue llenando, las voces las sentíamos cada vez mas cerca y la banda descansaba de vez en cuando.

Después de un par de tragos y varios cigarros que ella encendía cada vez que la conversación se tornaba complicada, decidimos salir del bar y caminar varias cuadras, las cuadras que el frío nos permitiera caminar y así ponerle punto final a este primer encuentro.