Esteban es un actor de primera línea y, digo esto basándome en los hechos recientes desde que anuncio vía cadena “nacional” desde la Habana, Cuba que padecía de cáncer. Esa noche hasta su voz sonaba rara, leía un discurso creo que por primera vez y mientras lo hacia, se atropellaba con algunas palabras quizás para dar un mayor efecto.
Días después bajaba las escaleras del avión de Cubana de Aviación que lo transporto en horas de la madrugada –ya que él quería evitar recibimiento alguno por su estado de salud- en carrera como si ninguna dolencia le aquejara, ni siquiera las normales post operatorias de CUALQUIER tipo de operación. Después ese mismo día, en su discurso breve (30min) desde el mal llamado balcón del pueblo, ondeo la bandera venezolana sin problema alguno y sin importar el peso de la misma. Esto no es nada para un presidente acostumbrado a mentir, un presidente que tiene al sector mas humilde de la población asistiendo a actos y firmando listas para una casa que nunca llegara, una casa que nuestra paupérrima economía no puede ni podrá construir mientras él y sus acólitos manejen el poder.
Pero todo esto que digo, que además es bien conocido por todos, no es para decir una vez mas que da indignación ver como juega con la esperanza y el hambre de los pendejos sino, para decir que la indignación es por utilizar de manera despiadada como todo lo que hace, la enfermedad del cáncer, esa que se ha llevado a tias, tios, madres, padres y hermanos de muchos venezolanos como bandera de salvación ante su ya bien sabido ineficiente “gobierno”.
En un tweet que publique en días pasados dije “No le deseo la muerte, le deseo la cárcel” y esto lo mantengo, la muerte a estas alturas seria una salida muy fácil para pagar los daños que ha cometido contra nosotros y seguro, contra generaciones futuras de venezolanos que padecerán los desatinos de estos ineptos al mando del Comandante Presidente.
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