“De mi pasaporte me gustan las páginas de las renovaciones y los sellos de visados redondos / triangulares / verdes / cuadrados / negros / ovalados / rojos:”.
Así comienza Julio Cortázar “Lucas y su patriotismo” en su obra un tal Lucas.
Creo que yo comparto ese gusto de “Lucas”, pero también comparto la idea que desarrolla Eli Bravo en “Lo mejor de la tierra” en su libro Historia Canalla.
“Existe un país donde la política no es el café con leche de las mañanas. Para llegar a él sólo hace falta un poco de curiosidad y las ganas de escuchar historias de vida y creación. Su bandera es una sonrisa de bienvenida. Este es un lugar millonario en amor, poblado de gente que abre sus corazones de par en par, como las puertas de su casas, donde el protocolo es un abrazo y la alegría una moneda de curso legal. Visitarlo es posible en cualquier época del año, aunque la verdad, el viaje está de más: ese país lo llevamos dentro.”
Cuándo volveremos a colocar la sonrisa de bienvenida como bandera? Cuándo el banco central volverá a poner en curso la alegría?. Hay muchas interrogantes que prefiero guardarme ya que creo que son personales y estoy seguro que cada quien tendrá las suyas, pero creo que estas dos son comunes en todos nosotros.
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