Estar en Caracas mientras se lleva a cabo la cumbre de la CELAC (Comunidad Estados Latinoamericanos y del Caribe) es toda una experiencia ya que nosotros los venezolanos, mas allá de las desgracias que el gobierno de Esteban nos va dejando, todavía mostramos un ingenio a la hora de opinar que no tiene desperdicio y menos ahora cuando las redes sociales nos permiten un dialogo directo con personalidades invitadas a dicho evento.
El poder de las redes sociales a sido definitivo en procesos en el medio oriente y, han sido los ciudadanos de a pie los protagonistas de estos procesos que con su teléfono móvil y una cuenta en twitter y/o Facebook han cambiado su realidad y la del mundo.
Venezuela no escapa de esta realidad, en un país donde un blackberry es un objeto que lo porta hasta un niño de preescolar, la información vuela y se reproduce a velocidades escandalosas. Hoy la red nos ha permitido organizar cacerolazos y hasta advertir a los distinguidos invitados que la bienvenida anunciada por el Min. Izarra era solo un plan para silenciar las cacerolas cercanas a Fuerte Tiuna.
Esteban, blackberry en mano seguro planeaba que comentario hacerle a sus invitados sobre tan nutrido timeline, su conocido verbo de seguro encontrara coartada pero el mensaje esta ahí, duro y claro.
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